El viernes de Dolores por la mañana, llamé a J. y a mi vecino. Hicimos una cabaña de palos y se nos vino también encima. Al rato llegó J.M. y fue algo doloroso que nos criticara la casa, pero luego divertido.
Al día siguiente me fui a Sierra Nevada. Hizo mucho frío y jugamos a la Wii.
Cuando volvimos, hicimos otra cabaña. Esa duró siete u ocho horas. Sólo duró eso porque unos nos la querían tirar y para fastidiarles la tiramos nosotros.
Por la tarde me fui a Serón. Como mi hermano y mi hermana (tiene tres más) estaban de viaje, pude ir haciendo lo que yo quise en la tercera fila del coche.
En Serón nos hicimos unos amigos que eran de Madrid. Los invitamos a casa de mi abuela a jugar a la Wii y después le enseñamos un coche de madera que habíamos hecho. Lo destrozamos, fue una muerte sencilla, pero un poco dolorosa para el que iba dentro que era yo. Choqué contra un bordillo, nos fuimos a casa de mi abuela, lo arreglamos, aunque la verdad es que arreglándolo y todo hubo bastante sangre.
Cuando terminamos mi hermano se fue con unos patines por una cuesta y se la pegó contra un coche que había aparcado. Por desgracia salto la alarma, el dueño se asomó y se puso a reírse a pesar de haberse cargado el parabrisas.
Sujeto 19 (10 años)
- ¿Quién necesita sexo, drogas y rock & roll?.
- Así me lo contó en el pasillo antes de entrar a clase el primer día. Hoy me lo ha traido por escrito.