diciembre 31, 2009

Post aclaratorio.

Sí, Marcela y Mármara juntas son un tandem estupendo, son un tandem perfecto para Prófuga y para mi. Es la gallega de naturaleza callada y algo tímida. Y yo, así de primeras, me suele gustar observar al personal y es que a Mármarita la suelo tratar bastante (no tanto como quisiera por razones geográficas) pero a Marcela aún no la conocía.
En los cinco primeros minutos lo que se ve entre ellas dos es que se tienen un gran aprecio y respeto. Charlan, bromean, preguntan. Se hacen cercanas y a mi al poco se me quitan los nervios iniciales. Cuando llega el glorioso arroz y empieza a hacer su efecto el vinillo que tan bien eligió Mármara ya está cada una en lo suyo: Mármara y yo deleitándonos los ojos con un duendecillo de la mesa de al lado, Marcela hablando de su montaña rusa particular y acompañando a Prófuga en el ejercicio de comer marisco.

En los comentarios de los post de Marcela y Mármara habréis leído algo sobre unos pins. Bueno, lo aclaro aquí: Marcelilla en un alarde de valentía, mientras el camarero no se encontraba presente en el salón, birló unos pins recuerdo con el logo del restaurante.

Yo, no soy muy de hacer balances de año, ni de desear buenos comienzos ni nada de eso. En su lugar dejo una fotillo de recuerdo del homenaje gastronómico que nos dimos las cuatro. Hay un par de diferencias, ¿las encontráis?.





diciembre 25, 2009

Desenfocados.

Desde hace unos años, una prima mía junto con otra colega hacen un concurso de postales horteras-absurdas. Quedan a comer, se llevan sus felicitaciones de navidad y cuando terminan el almuerzo, quien tenga la postal más idiota es invitada por la otra participante.
Este año ha ganado mi prima.




diciembre 16, 2009

Detalles.

Andábamos el otro día dibujando a las mámás, los papás, abuelos y abuelas... M4años empezaba la rotación con el cartel de "mummy", decidió dibujar a sus padres junto a él. Me encantó.

diciembre 05, 2009

Lunes 1
- Suceso: wc arrancado de la primera planta del pabellón A (administración, comedor y 3 años).
- Medidas:
  1. la conserja llama a un fontanero.
  2. en el clautro semanal nos ponen al corriente, debemos estar pendientes de los ruidos y de los/las sujetos que enviamos al servicio.
Lunes 2
- Suceso: wc arrancado de la primera planta del pabellón A.
- Medidas:
  1. la conserja llama a un fontanero.
  2. la directora del centro habla por megafonía. De manera muy amigable propone que el/la sujeto se pase a charlar sin ninguna consecuencia (se oyen risitas por todo el edificio).
  3. en el claustro semanal proponen dejar las puertas de las aulas abiertas y hacer una lista de los/las sujetos que salen en mitad de las clases.

Lunes 3
- Suceso: wc arrancado de la primera planta del pabellón A.
- Medidas:
  1. la conserja llama a un fontanero.
  2. la directora (que es una guasona) se pasa clase por clase haciendo una recomendación: quien esté haciendo eso debería pedir cita con el médico.
  3. en el claustro hacemos una porra. Me abstengo de votar, mentalmente apuesto por un maestro en concreto.

Lunes 4
- Suceso 1 : wc arrancado de la primera planta del pabellón A.
- Suceso 2: la directora, algo sobredimensionada, grita por megafonía que el/la sujeto que se haya encaprichado con el wc puede llevárselo a su casa por la puerta principal.

Lunes 5
Se reestablece la normalidad.

noviembre 22, 2009

"Señora de"

Documental donde trece mujeres de distinas clases sociales dan su testimonio de cómo fue su vida y como quedó marcada por la época franquista.


noviembre 18, 2009

Sou-no-llego-a-tres-años hoy no ha ido de excursión, se ha quedado en una clase junto con otros nueve sujetos y la que aquí os escribe. El panorama era desolador, ellos perdiéndose la excursión (varios de ellos han entrado llorando) y yo cansada de hacer sustituciones por gripes, embarazos, virus de estómago y caras duras. No se conocían entre ellos, no conocían la clase donde estaban y a mi, los más pequeños apenas si me recuerdan de una semana para otra. He decidido empezar con una sesión de ejercicios donde mezclaba Pilates, estiramientos básicos de yoga, ejercicios para relajar las cuerdas vocales y un poco de desinhibición a base de gritos, susurros y un poemilla medio canturreado. Sou-no-llego-a-tres-años no ha soltado prenda en toda la sesión pero ha sonreido con esos ojos grandes y tristones. Luego hemos hecho nuestro propio castillo gigante (los otros niños se han ido a ver un castillo de los de verdad) con cubos de construcciones de varias clases. Luego la cosa ha degenerado cuando W.4años llevaba una pistola de ladrillos en una mano y una silleta con un bebé en la otra y corría y corría hasta que se ha dado con una mesa, sus mini gafas han salido volando y bueno, pues eso, que hemos empezado a recoger. El caso es que hoy Sou se ha soltado conmigo después de mes y medio de clase. No suele hablar con nadie y si se dirige a ti es para señalar con el dedo algo. Pero en el patio de hoy he podido oirlo por primera vez como repetía en voz baja lo que los otros niños gritaban, está aprendiendo español. Luego me ha demostrado su dominio con balón, con el aro y con la bolsa de galletas remojadas en la fuente como estupenda arma para conseguir más aros y balones. Después hemos ido a la sala de las colchonetas y nos hemos dedicado a montar circuitos. Ha habido un momento en el que el resto de sujetos han comenzado a gritar su nombre, él se ha animado y yo le he echado una foto en el momento en que podía haberse partido el cuello. Después de casi una hora saltando y rodando cual croquetas se han tumbado un poco para relajarse. Luego Sou ha hecho su último descubrimiento de la mañana, los altavoces del ordenador.



octubre 29, 2009

Sin leer ni escribir hasta los seis.

"La presión sobre los niños más pequeños está en cuestión - Los docentes piden flexibilidad en una edad en la que importa más lo físico, ético y social".



Artículo aparecido hoy en El País. Quizás no nos dice nada nuevo a los que trabajamos en esta primera etapa, pero no está demás que aparezca en un periódico.


Por cortesía de Prófuga :)


octubre 28, 2009

Cuentochino.com



Tengo tres amigos que cada año hacen un viaje juntos. Lo planean con bastantes meses de antelación y se reunen en varias ocasiones para dar forma al itinerario, a los intereses comunes, también a los individuales. Usan guías de viaje, blogs, novelas, webs y películas para trazar el recorrido. Cada uno tiene su función: Belén realiza el boceto del futuro viaje, toma notas durante la aventura y redacta los textos para la web. Laura es la encargada de tirar las fotos, de proponer itinerarios alternativos en el último momento y de diseñar la página. Jorge, según ellas, es el encargado de poner paz, conducir los coches alquilados y tirar de las maletas. Jorge es un santo.

Este verano fueron a China. Veintinueve días que califican como su mejor viaje hasta ahora. Ayer colgaron itinerarios, fotos, etc. Os dejo el enlace, recomiendo el visionado de las fotos en el apartado de itinerario, un placer.

En Cuento Chino podéis ver viajes pasados.





octubre 25, 2009

octubre 17, 2009

Teresa Forcades.

TERESA FORCADES, doctora en Salut Pública, hace una reflexión sobre la historia de la GRIPE A, aportando datos científicos, y enumerando las irregularidades relacionadas con el tema.

Explica las consecuencias de la declaracion de PANDEMIA, las implicaciones políticas que de ello se derivan y hace una propuesta para mantener la calma, así como un llamamiento urgente para activar los mecanismos legales y de participación ciudadana en relación a este tema.

CAMPANAS POR LA GRIPE A from ALISH on Vimeo.

octubre 13, 2009

Estoy en mi tercer año escolar, a ver lo que duro.

Hoy no daré datos para demostraros que trabajo rodeada de un montón de retrasados mentales (que me tratan como si la que tuviera problemas a la hora de razonar fuera yo), en un sistema pensado con el culo, en un país de mierda, que dentro de unos años será aún más mierda gracias a lo que cocinamos en los centros educativos.

Aunque voy a esperar a que se me pase el enfado (que empezó, una vez más, el 1 de septiembre), dejo una lista de lo que hace que se me contracturen los trapecios, me reviente el colón y entre otras cosas, saber si quien trabaja en lo mismo que yo ve lo que está sucediendo, qué opina al respecto, y quien no conozca la realidad educativa del sur de España, tenga mi punto de vista.

Ahí va la lista:

- Formación universitaria para obtener el título de maestro.

- Especialidades que puedes estudiar hasta día de hoy y qué puedes impartir con ellas.

- Cómo se forma un maestro en una segunda lengua si no ha estudiado esa especialidad.

- Margen de tiempo con el que cuenta un interino para incorporarse a un nuevo centro.

- Con qué criterios se ofertan los cursos de formación en los centros educativos para adultos.

- Qué tipo de profesionales imparten esos cursos de formación de los que un gran porcentaje están programados para la obtención de un título.

- Cómo se realiza el análisis del contexto de cualquier centro.

- Qué hacemos si no hay exámenes en septiembre.

- Puestos de trabajo que se generan gracias a los alumnos que no tienen el nivel cognitivo (según mis queridos compañeros) que marca los decretos de educación para su edad.

- Qué bonitos son los libros que llevan mis hijos ahora: ahora sí que aprenden cosas y se divierten.

- Qué caros son los libros de mis hijos: no puedo comprárselos hasta bien entrado el año (pongamos enero)

- ¿Qué justifica la diferencia de horas lectivas y salario entre Infantil/Primaria y Secundaria?Por no hablar de los que se suben a las tarimas en las universidades...¿Un año más o menos en la universidad justifican esas diferencias? ¿A caso es distinto el trabajo que yo hago con un niño de tres años al que realizan otros con adolescentes?

- ¿Soy la única que piensa que desde que entraron los ordenadores al mundo escolar los expedientes parecen extraviarse con más facilidad, los plazos para entregar documentos parecen imposible cumplirlos gracias a las caídas de la red y las pizarras digitales se usan igual que los tablones de colores mate? En definitiva, que de la manera que se han introducido las llamadas "nuevas tecnologías" únicamente parecen cargarnos a los docentes con más horas de trabajo y a los estudiantes tener un objeto- premio en el aula?

- ¿Es que no hay nadie en un centro escolar que coja los malditos ordenadores que el gobierno actual nos encasquetó como medida populista y se los ponga en la puerta de la casa de Ángel Gabilondo (a día de hoy, ya veremos dentro de una semana) y que le diga que cuando nos den un poco de tiempo para formarnos (no de un junio a un septiembre), analizar las distintas editoriales, pensar las programaciones y demás, decidamos nosotros ponerlos en las aulas que somos los que trabajamos en ellas?

- ¿Por qué no le dará a los educadores por saltarse las leyes (cuando son perjudiciales para el alumno) como hacen los políticos (corruptos)? ¿y no tragan como unos imbéciles porqu el inspector les regañe? ¿Por qué no nos plantamos de una vez, sólo un día? Sería curioso ¿y si nos plántásemos hasta que parara este pitorreo?

- ¿Sigo? ¿Se os ocurre alguna otra pregunta? Seguro que sí, yo lo dejo por hoy.

octubre 06, 2009




















septiembre 30, 2009

¿A qué me dedico?

Osaheomwani, Alexandra, David, Wisal, Francisco, Ziad, Aabey, Fátima, Yasmine, Yassine, Creny, Nerea, Emiy, Elena, Liliana, Anass, Mila, Niurka, Tito, Maroane, Irina, Abdarrazak, Aya, Yamile, Amine, Nerea, Antonio, Yasen, Ruth, Nelly, Natasha, Oussama, Ikrame, Zoila, Berenice, René, Lizbeth, Julian, Yajaira, Asmaa,Youseff, Ana Belén, Darlin, Damaris, Victoria, Leidy,Wilman, Bryan, Roni, Aissa, Shakira, Cristofer, Patricia (todos los días me corrige: "Patrisia") Marian, Ezzahra... así hasta 171 alumnos.
Me dedico a aprenderme sus nombres, observar sus carencias, preparar clases, a rellenar informes y demás rollos burocráticos, dialogar primero y pelearme después con mis compañeros para que mis alumnos no hagan cuadernos de caligrafía ni "copiados", ir a cursos de formación de profesorado, etc, etc, etc. Y mi madre luego me pregunta que cómo puedo estar muerta en la cama a las diez y poco si trabajo sólo cinco horas diarias. A mi madre y a esa gente que piensa que hacemos trabajo de Mike Mouse, como dicen los americanos, les invito a pasar un día conmigo (incluyo comida acompañada por doscientos niños)
Y, que a pesar de salir cada día como si me hubieran apaleado, sonrío.

Ánimo para mi, ánimo para todos.

septiembre 17, 2009

El Palacio.

Sala de profesores 10:50
Maestro de E.F. : Vaya una mierda de gimnasio que no cumple con la normativa ni na' de na'. ¿Os podéis creer que no han puesto ni un solo enchufe? Por no hablar del pedazo de pilar con sus cuatro picos que preside en todo el centro... y bien que se echaron la foto el concejal y compañía, y como titular en el periódico: se completa el pabellón en el tiempo previsto y por treintaicinco mil euros menos de lo presupuestado.
Todos asentimos y criticamos al minialcalde, al concejal, a los de urbanismo y al sobrino de no sé qué constructor.
Patio 11:00
Sujeto de unos siete años: Mae traaaa de ingléeeeeeeeeee, ¿pa' quien es el palacio?
Calvin: (¿cómo llegó esta sujeto aquí?) Es un gimnasio para el colegio. Así cuando llueva, haga frío o mucho sol, podréis hacer gimnasia dentro de él.
Sujeto:...
Calvin: (¿dónde se ha metido la niña?)
Claustro 13:00
Calvin: Tenemos que incluir en los puntos a tratar el nombre que llevará el gimnasio.
Jefa de estudios: Ya tiene nombre...
Calvin: No creo que sea tan bueno, el concejal estará encantado de cambiarlo...

septiembre 13, 2009

En diez días.

- Mudanza
- Centro de Adultos
- Horarios y materias imposibles
- Directiva corrupta
- Tres kilos menos
- Mi primera cana

- Acto de reajudicación (por los pelos)
- Mudanza
- Centro de Compensatoria
- Horarios y materias adecuados a mi titulación.

septiembre 03, 2009

En Primaria reivindican que vuelva la convocatoria de septiembre, en Adultos la tenemos.

- Alumnos convocados: veintidós.
- Materia: Lengua.
- Convocatoria: 11 hrs.

- Alumnos presentados: dos.
- Hora de aparición: 11:24
- D.N.I. : uno.
- Bolígrafos: uno.

- Calvin: muchacho, espero que lleves al menos las llaves de tu casa.
- Chico: ...
- Calvin: dime el nombre de algún profesor que te diera clase este curso que te pueda identificar.
- Chico: .... ¿la de Inglés?
- Calvin: la de Inglés (esa seré yo el año que viene), que se llamaba Asunción (y te dio clase durante nueve meses, ocho horas a la semana), se jubiló en junio.
- Chico: no sé, me voy a mi casa.
- Calvin: anda, ve a pedir un bolígrafo a la clase de al lado.

Mientras, miro el examen que les han puesto y me quedo algo triste. ¿Cómo es posible que un examen de septiembre de una E.S.P.A. le pidan estas cosas tan poco útiles para su día a día?

1) Clasifica las siguientes oraciones según la naturaleza del predicado (¿alguien se acuerda de esto?)
2) Define de manera clara y precisa los siguientes conceptos: oración, oración reflexiva, predicado nominal, complemento circunstancial, oración transitiva y oración intransitiva.

A unos chavales que han pasado por todos los grupos de apoyos, tutorías, gabinetes de orientación, desificaciones (que no sé si sigue existiendo)y un largo etcétera le vienen ahora con que definan de manera clara y precisa que es un predicado nominal? pero, ¿eso sirve para algo? ¿por qué demonios no humanizamos la Lengua de una vez?.

Sigo leyendo el examen donde hay un texto de cuatro parrafitos (soporíferos) donde tienen que localizar, sustantivos, adjetivos, determinantes, pronombres y verbos. Y yo me pregunto si saber localizar esas cosas les va a hacer entender el texto, o interesarse por algo que dice en él o poder escribir una opinión sobre lo leído.
No creo que ninguno de estos dos vaya alguna vez a una biblioteca a buscar "El visitante de la madrugada". No way.

Resultados: dos suspensos.

agosto 30, 2009

Último salto del verano.

Ser interino tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. A mi me permite, en mi tercer año como maestra, cambiar por tercer año de ciudad. Eso conlleva cambiar de centro, de directiva y de alumnado.
Aprovecho mi falta de pantalones para sentarme a estudiar una oposición para moverme por todos los puestos posibles que me permite mi titulación. El primer año supe lo que era llevar una tutoría de quinto, seis asignaturas,apoyos a niños que no hablan español, tener cincuenta compañeros y un equipo directivo inflexible en sus opiniones y decisiones (colegio concertado). El segundo año decidí probar una unitaria con veinte alumnos en total entre los tres y los siete años, compartía todo el centro con dos compañeras más y pude tomar decisiones a nivel directivo.
Este año voy a experimentar cuatro cosas que me apetecían desde que empecé a trabajar: dar clase en un centro para adultos, trabajar de tardes-noches, vivir en una ciudad con puerto y tener un piso para mi sola.
Mujeres, se terminó el veranillo. Mucho ánimo para la vuelta a la realidad.

agosto 25, 2009

Cuando no se ve más allá.

Si a Marcela le hierve la sangre (y con razón) con los anuncios para reducir grasa femenina, yo estoy que trino con el absurdo Plan E y el absurdo país que presume de ser diferente.
Seguro que todas las que lean este post tendrán ejemplos como el mío, pero en su propia población. Ahí va un botón: aceras de Gran Vía en la ciudad de Murcia, con unos cinco años de antiguedad, en excelente estado. Plan E: levantas todas esas aceras, das trabajo a un puñado de personas donde el coste de los materiales (de lujo) se llevan el 65% del prepuesto y compras esos materiales a un primo tuyo, que para eso estás tú gobernando, tito Walki. Es que hay que gastarse esas ayudas para activar el empleo en x tiempo, te responden ellos. Y yo me pregunto: ¿cuánto tiempo hace que no se cambian las aceras de barrios como San Andrés (mayoría de musulmanes), El Carmen (mayoría de africanos, en general, exceptuando marroquíes) y Vistalegre (mayoría de bolivianos y ecuatorianos)?. Claro, espera, es que estas ayudas van también por contribución del barrio de turno. Vaya, una de las múltiples maneras que hay de fomentar los guetos... niña, no digas esa palabra, que eso aquí no pasa, que eso sólo le pasa a los franceses... A ver lo que tardamos nosotros en ver arder autobuses, en ver gente robando en los supermercados, en ver gente que no tema pegarte un navajazo por conseguir un puñado de euros.

La noticia destacada de hoy en el telediario de la Región de Murcia ha sido que se han duplicado las ventas de coches desde que se empezaron a dar ayudas del Gobierno. Bonita manera de reactivar la economía. Años forrándose, años en los que ibas a un concesionario e intentabas pagar a tocateja para que te hicieran algún descuento y se reían en tu cara, años en los que tardaban meses en darte un coche. Y ahora, en lugar de coger a esos miles de empleados (que antes o después irán a la calle) y darles una buena formación en sectores que estén en expansión, en sectores que hagan un mundo menos contaminado y agresivo con el medio ambiente y al final con nosotros, vais, panda de retrasados, y decidís ayudar al sector automovilístico. Mientras Spain is different, en otros países (que parece que les llega el riego al cerebro) como Dinamarca, se dedican a hacer proyectos de autopistas para bicicletas donde, por ejemplo, el 55% de los residentes en Copenhague se desplazan a sus trabajos o centros de estudios sin hacer ruido ni humo, sin gastar dinero y con una tensión arterial perfecta.


... es que la gente es mala.
- Mala no- objetó Fermín- Imbécil, que no es lo mismo. El mal presupone una determinación moral, intención y cierto pensamiento. El imbécil o cafre no se para a pensar ni a razonar. Actúa por instinto, como bestia de establo, convencido de que hace el bien, de que siempre tiene la razón y orgulloso de ir jodiendo, con perdón, a todo aquel que se le antoja diferente a él mismo, bien sea por color, por creencia, por idioma, por nacionalidad o, como en el caso de don Federico, por sus hábitos de ocio. Lo que hace falta en el mundo es más gente mala de verdad y menos cazurros limítrofes.

La sombra del viento. Ruiz Zafón.

agosto 13, 2009

También Avilés.


Calvin, Mármara y Bilbo. Playa de Xagó.

agosto 05, 2009

julio 29, 2009

Chorizos a la sidra.

No me queda ni una gota de sidriña, debió responder Mármara tras la petición de cena del par de terremotos procedentes de la capi. Como la noche anterior ( ¿o fue hace un par de noches?) habían cenado algo complicado de digerir (lechuga y tomate) Mármara tiró de ese par de alimentos (ligeros) que una siempre tiene en casa: patatas y huevos. Cual universitarias tras una noche de resaca, pero antes de ésta, se liaron a pelar y freir lo que a eso de la medianoche iba a ser su cena.
Eso me contaba la reina de Xagó entre risas y retorcijones la mañana posterior al suicidio gastronómico.

Os debéis estar preguntando que qué demonios hago yo haciendo crónica ajena, pues aprovecho que las blogueras con gancho no actualizan para intentar quitarles a sus lectoras, aunque sea en un par de posts este verano... Además, les hago una llamada de atención a Farala y a Kali, que, aunque no me conocen, he de mandarles un mensaje: la semana que viene iremos otra tanda de blogueras al epicentro bollosferil, y nos gustaría no tener que ver a Mármara y a Marcela tiradas en un sofá bebiendo manzanillas y mentas poleo.

Por otro lado y respondiendo a la pregunta de la dueña del Cascai,le adjunto una lista de las cosas que queremos hacer la gallega y yo en Asturias:

- Bañarnos en Xagó con sol y perros.
- Conducir el Cascai por mitad de un monte, a ser posible con charcos.
- Jugar al escondite en los tubos.
- Conocer a Marcela.
- Jugar a la Canasta.
- Verte después de un año.



julio 23, 2009

julio 18, 2009

Parte VI

No la llames loca. Contarás mañana en el instituto la historia de la loca y así la verás diferente, te sentirás a salvo. Te consideras cuerda aquí, oyendo la historia de una persona que ha ido a tirarse justamente por el hueco de sus escaleras esta noche, y crees que eso te da derecho a situarla al otro lado. A los locos se les encierra en los manicómios con las paredes pintadas de blanco y se les habla despacio, como si no se comprendiera que para nada quieren volver a este otro lado, que somos nosotros los que no comprendemos el miedo a despertar, al punto y aparte y seguimos detrás de la mirilla. Cualquiera de nosotros hubiera hecho lo mismo. ¿O aguantas tú el tiempo? ¿no te rompes cada vez que migran los pájaros? ¿cuándo aparecen bajo la piel de tus manos ramas azules? Entonces eres tú la loca, si no intentas con los dientes parar el engranaje, o lo ignoras. No es tan difícil cruzar la línea delgada y precisa que separa la noche de la mañana, teatro y poesía, un cuento, cada uno de los días del momento en la escalera, el espacio preciso donde olvidamos nuestras alas. "Me perdí volviendo a buscarlas", llorabas, no mires hacia abajo, por favor, no llores.

Nadie escoge el muro contra el que se da de cabeza, la puerta que arremete una y otra vez, ven conmigo, hasta cien, para abrirla -seguro- a la siguiente, las encontraremos, no llores, sin darse cuenta de que quizás ya esté abierta, ven conmigo, quizás ni siquiera exista. Llaman locos a quienes buscan sus alas para llegar hasta las estrellas y no conformarse con la luz de una bombilla... (a estás horas aún no sé, y tú tan lejos) llaman locos a quienes continúan comprobando ecos (si prefiero o no que amanezca) mareas (quién dijo que el tiempo no existe si lo cogiste con la mano, parques, gorriones, verjas de hierro) a quienes entienden que las casas tienen que tener chimenea, una sola, y la otra en octubre, tantas veces vencido volvió para alzarse sobre los días que sin duda pasan sobre el suelo que una vez sentimos firme, la cogiste con tanta fuerza que...

Podría quedarme a contarte cómo sus pasos seguían unas huellas prefijadas por alguna mano hábil sobre las baldosas amarillas ocultas en la acera, o de la luz levemente azul que sucumbía en cada gesto, o de cómo su sombra giraba bajo la hilera de farolas a la misma velocidad en que dan vuletas los peces en las peceras, del modo en que aún no habías llegado y ya sabías que estabas cerca, pero amanece.
Me encanta verte medio dormida... buenos días... después de todo no tengo muy claro si pertenece esta historia a este cadáver, pero es cierto que hablé con esta chica en alguna ocasión. Lo demás no se muy bien de dónde lo he sacado. No me mirés así, ni tú ni yo teníamos nada mejor que hacer esta mañana de domingo.


julio 17, 2009

Parte V

Poco a poco, no digo que sea el tiempo, quién lo menciona, pero es cierto, poco a poco la percepción aumenta, ante las malas vistas ponemos visillos, cada año más frío y cada vez cuesta más despertar, aún de noche en invierno, notar el colchón ahuecado bajo las caderas y el peso leve de las mantas, desde por la mañana tarde, a deshora, y aún así esperar algo, eso mismo que los otros, supongo, una caja de música tapizada por dentro de espejos convexos y una bailarina, por supuesto, en el centro, el hecho es que la percepción aumenta y tal vez por eso que nos vamos quedando más solos. En los pueblos esas cosas se notan, todos son vecinos. Una vez fui a su casa a ver unas cintas. Elvirita bailando, el cumpleaños de Elvirita, cuando Elvirita, mira qué mona, quién iba a pensar..., cuando Elvira cumplió cuatro años, y después los dos niños frente a la cámara, quietos, mentalizados a intervenir en el vídeo familiar, es otoño y sonríen nerviosos, de pronto el mayor da un empujón a la cría que se cae al suelo de lado y tiesa, se ríe, no saben bien por qué y luego no reacciona cuando su hermano la coge por una pierna y la arrastra corriendo orgulloso por la calle cubierta de hojas. Tal vez sea por el tiempo que no nombro, que nadie nombra porque no puede, la diferencia entre mirilla y cerradura, después de todo a él que más le da que lo escriba con minúscula, minúscula venganza a no poder nombrarlo, cómo volver a decir invierno, qué raro que nos guste dormir con otro, no sólo a nosotros, Elvira, lo que tú entendías por salvarse, cuando se está más indefenso poder tocar, y quién va a decir que eso es mentira.

julio 16, 2009

Parte IV

No la juzgues, no puedes sin más haberla entendido, no basta con verla... por ejemplo, no es que le gustaran especialmente las cometas, pero si veía una tienda de cometas enseguida quería comprarse una con forma de tortuga, o cambiársela al dependiente por un par de zapatos azules o pasar el resto de su vida vendiendo cometas. Decía siempre adiós para no despedirse, para quedarse otro rato, era de esas personsas que no distinguían el día y la noche hablando de la luz o tiempo, probablemente se hubiera quedado un rato callada o hubiese mencionada al sereno, que sabe seguro cuando se produce el cambio y guarda además las llaves de todas las casas...

A veces recordaba cuando estuvo en la playa, por un olor que encontraba de pronto, o porque descubría en Santo Domingo una paloma más vieja o más torpe, o que por cualquier motivo le costaba volar y entonces algo se le rompía ahí dentro. Se esforzaba en hablar de otra cosa para olvidar la bruma de su garganta, porque todo lo que vio quedó sólo en eso, en momentos que le asaltan a veces y se sumen después en la penumbra que los guarda.

¿Qué si tenía amgios? Debía de tenerlos. Por lo menos, gente alrededor seguro. No van a creerme, era muy alegre.
Observaba el marcarse de los pómulos y la línea del contorno en el perfil concentrado, ya ven, trataba de saber sólo al mirarte la postura en la que dormías, la forma de tu miedo.

Elvira verde, Elvira blanca. Pequeña, circular en la mañana. Cómo me gusta cuando te tiembla la mano y miras hacia abajo. O cuando dejas de llorar y se te quedan las pestañas llenas de lágrimas chiquititas, y sonríes desde allá lejos. Cuando no te das cuenta de que Carmen te está hablando, cuando te explica y gesticula como sólo ella sabe y tú haces exactamente las mismas preguntas que hace unas semanas y desconectas en las respuestas igual que haces siempre.

Te diré que de ella, todos perdimos algo. Algo ocurrió, quizás a eso lo llaman crecer, a no preguntarse qué dices sin voz ni gesto, a no mencionar el por qué de haberse habituado.
Hace ya tiempo que la vi, sí, cuando andaba por esa acera. Aunque no responde, sigue mirando las cosas con el brillo claro de quien sabe que el que vuela alto cae desde muy arriba y sigue a ras del suelo, como un apenas, como puntos suspensivos.
Los amigos nos observamos desde lejos, nos suponemos mas bien; sin embargo a veces nos preguntamos si volverá a amanecer y enseguida nos calmamos al ver que ni una hoja perturbó su voz, incapaces de separar su controno del aire. Entonces empezaría, supongo, otra vez a presentarse con su nombre, a saludar de forma neutra y cordial y a tratar de averiguar el efecto de la palabra que se entrega, los resortes que moverá en el recuerdo ajeno, lo que fue tanteado por mi mano temblando, mejor no pensarlo, hagamos un trato, un juego, no pensar, quien piense pierde.

julio 15, 2009

Parte III

Bueno, el caso es que lo que pensara en ese momento, lo que ocurrió en su cabeza, pudo ser cualquier cosa, el resquicio del recuerdo del parque, el contraluz de una silueta, paró quizás una sola vez en la acera, se quedó quieta apenas el momento ignorado en que se apagan las farolas, la empujaron, le impusieron prisas, atascos, gritos, horarios, la ciudad que se abre como una flor y luego cae en silencio, y campanada, ciu-dad, se desformó en una mueca y quizás entonces no entendió, quizás llegó a la quieta y sola certeza de saberse otra vez, quizás hubiera dado todos los charcos con luna para que ese tiempo no hubiera pasado.

Puede que sea un destello lo que después ya siempre se añora, la hierba entre los raíles, hacerte despertar justo cuando comienza el mar tras la ventana, el instante huidizo perdido ya de tu gesto, una palabra con mayúscula, de esas que quizás no tengan forma o sonido y ocurre sin embargo como la lumbre inmensa de una vela, de esas que cuando se terminan no se caen y se rimpen con estrépito como un andamio o un tejado, qué raro, te has fijado, los días que llueve este invierno no dejan el cielo oscuro, queda amarillo, el caso es que se deshacen, se deshilvanan, se escurren para volver a la arena donde las encontramos.

-Vale. haz una pausa, ¿algo confusa? No es necesario que vislumbres siquera el sentido de cada frase. Te ves a ti misma sentada oyendo una historia que empieza a incomodarte y dudas si tienes enfrente a una actriz, una loca o un títere ahora caído y pensativo.
Venga, seguimos. Fija la vista en el otro extremo levemente iluminado, vacío. Por tu cabeza vez pasar a una chica con una carpeta negra y olvida que es de noche pensando como se parece, sí, a esa que tú y yo sabemos, hasta en la forma de andar con la nuca un poco curva de quitarse de la cara el pelo oscuro.


julio 14, 2009

Parte II

Pensaste quizás que la próxima vez que los demás se reunieran para juntar sus huellas tú no podrías poner ya nada, porque las tuyas quedaron rotas, ajenas. Perdiste, tal vez, las ganas de soplar pompas, de avivar con las manos molinillos de viento, de esperar el correo. Es sorprendente, no lo niego, negarse a encajar en un nombre, en un papel que desempeñar con todos, el que esperan que escojas y rechazar por tanto el resto; olvidar que se trata de la misma persona buscando la mañana por las calles, la misma persona viendo la llama brotar figuras, haciendo carreras de charcos y riendo a gritos, aprendiendo desencuentros, contando en voz baja las estrellas de plástico que tienes en el techo de tu cuarto.

Que las cosas se piensan dos veces, tú y yo sabemos que lo había pensado. Eso que llamas pensamiento es en realidad tan cambiante que puede transformarse o desaparecer, brotar, rendirse, algo tan opuesto a si mismo que se irreconoce, queda sin embargo englobado bajo el mismo título: pensamiento. Y tú hablas de ello como si fuera un tomate o una silla, algo que desde luego hay que tener y mencionar de vez en cuando.
Se consideran pensantes, equilibrados, antes de cualquier posibilidad deciden calificarla de loca, antes de tantear en lo oscuro quién sabe hacia dónde, o qué otra cosa es pensar, ¿se han negado siquiera un momento a acoger sus dudas?, por dónde salió, dense cuenta, es mucho más fácil que tirarse al vacío, desde luego es mucho más fácil imaginar el suicidio ajeno que el propio, eso lo sabrán, supongo, eso lo sabe todo el mundo.

julio 13, 2009

A los dieciséis. Parte I

Ahora que estamos aquí solas, es el momento de contarte un secreto. Es algo que tiene que ver con la piel despintada de las barcas quietas, volcadas en invierno, con el temblor de las algas, es algo que sólo puedo contarte ahora cuando aún no ha amanecido y todavía duermes. No me negarás que esta situación, o como quieras llamarlo, tiene algo de fuera de tiempo, de espera o de pretexto, no importa, ¿tienes un cigarro?, ¿tú también? Ella fumaba a menudo, demasiado a menudo. No como esos señores que fuman en las paradas de metro y al mismo tiempo mueven una pierna o arrugan el entrecejo. A ella le gustaba que el humo saliera por su propia inercia, sin tener que soplar mecánicamente pero era tal su ansiedad que lo expulsaba rápidamente para dibujar en el aire un muro de nada a su alrededor.

También en esta historia es más importante lo que la voz calla. Su pasado ocurre a la vez que el resto del cuento, lo conforma tal y como sucede, trasluce tras los silencios. Tal vez haya que pensar de qué modo somos tiempo solamente después de que se apaguen los focos, cuando el actor camino solo de vuelta a casa. A quien se recuerda entre dos versos es mejor no mencionarlo en alto, por si se desdibuja o escapa.

Tristeza. Tristeza es no despertar diez minutos antes para mirar por la ventana la luz de otra mañana repetida, el pájaro que duerme en la persiana de enfrente. Incluir la posibilidad de que tengan razón, todavía remota y esbozada apenas, siquiera una chispa de razón en esta hoguera, ahí está sin embargo, ahí quema; repetir el asco ensayado con que apagas la colilla y saber de alguna forma que es cierto, se hace tarde, es eso lo que nos hace tener miedo o quedarnos quietos, mirar hacia abajo, estar lejos, dormir mal...

julio 10, 2009

Tengo por costumbre hacer revisión y limpieza de papeles siempre que se acerca la fecha de mi cumpleaños. Este año lo he hecho más detenidamente, pues tras la levantada de peso que me han dado en las oposiciones (con y sin razón) debo mirar cómo era hace años, con qué dificultades me encontraba a la hora de estudiar (cualquier cosa que no fuera música) y cuales eran mis motivaciones.
Ayer no pude menos que sonreir algo tristona cuando di con algo que escribí al terminar el instituo. Años más tarde, cuando finalicé el primer año de magisterio, puse una nota al final de ese texto: "nada ha cambiado". Hoy, nueve años después, algo ha cambiado en mi para bien, pero el sistema de evaluación sigue igual.


Dias estériles, perdidos, irremediablemente perdidos, pasados en medio de una nubosidad y una divagación sin fin. La dificultad para concentrarme en cualquier cosa que no sean sonidos, me da fiebre. Si toda la vida es como esto que se llama juventud, es una triste vida... ¡vida insoportable! (vaya una dramas estaba hecha).

Hago balance seriamente. Seriamente no implica una hipocresía inicial. Quiero decir, que dentro de mis posibilidades, estoy dispuesta a escribir claro.
No tengo ninguna conidición para la amistad. Sólo quiero a las personas que me puedan enseñar algo -y un momento a las que me distraen-. Las efusiones y atenciones ajenas me producen el efecto de una vejación. Los elogios me dan fiebre. Las perfumadas amabilidades del profe de Historia, me sublevan. Si fuese rica y pudiese tener pianista, ya lo hubiera mandado a paseo. Mi egoísmo es nauseabundo e infecto.

Después de estos cuatro años en el instituto, me parece lo que se suele decir rutinariamente: que se pierde el tiempo...
A mi entender, el peor defecto del sistema, es la falsificación que produce en la sensibilidad, en la inteligencia y en el caracter. Tiende a hacer ver las cosas no como son realmente son, sino a través de un cartón superpuesto. No es un esfuerzo para pasar de lo simple a lo complejo - como la vida exige- para llegar a una cierta visión humana quintaesenciada. Es un esfuerzo para simplificar a través de la trampa sistemática... en el instituto, saber cuenta muy poco: lo principal es aprobar.





Errante, Mármara y Prófuga, gracias por vuestros mensajes, vuestra paciencia infinita y la tranquilidad que dábais con esos años de experiencia que me sacáis de ventaja.
Mármara, la letra traducida aquí

junio 24, 2009

Recogida de firmas.

El domingo pasado mientras hacia el primer examen de las opos, la amiga que me llevó al aulario tuvo que atender a tres ciclistas atropellados dentro de la ciudad.
Ya sé, diréis que a veces pecamos de imprudentes, la mayoría de las veces lo que intentamos es adelantarnos al choque. Por favor, mil ojos, nuestro chasis es de carne y hueso.

Andamos estos días recogiendo firmas para que Google Maps incluya la posibilidad de buscar itinerarios con bici. Os dejo dos enlaces. El primero corresponde al escrito. El segundo es para firmar la petición. Gracias por vuestro tiempo y colaboración.

Petición
Firmas

Un tercero: Vancouber Cycling Route Planner.

junio 14, 2009

Bombeando sangre al ritmo de Feist.

1 para terminar la PGA.
2 para imprimirla.
3 para mi último día lectivo en el colegio.
4 para entrar en el Planeta Andaluz.
5 para trámites burocráticos.
6 ¿¿para repasar los temas??
7 para escribir con inspiración durante dos horas.
8 para ir a Hacienda.
9 para comer con mis compañeras.
10 para ver a mis amigos.
X para echarle cara a la defensa de la PGA.
40 para conocer destino y buscar piso.
45 para coger un avión y perderme.


junio 08, 2009

De domingo por la tarde en lunes.

“Por profunda y fatal que sea la pérdida, por importante que sea lo que nos han arrancado de las manos, aunque nos hayamos convertido en alguien completamente distinto y sólo conservemos, de lo que antes éramos, una fina capa de piel, a pesar de todo, podemos continuar viviendo, así, en silencio. Podemos alargar la mano e ir tirando del hilo de los días que nos han destinado, ir dejándolos luego atrás. En forma de trabajo rutinario, el trabajo de todos los días…,haciendo, según cómo, una buena actuación. Al pensarlo, me sentí terriblemente vacío.”
(Murakami, Haruki: Sputnik, mi amor)

A quien le apetezca sumergirse en la atmósfera oriental, recomiendo, además de a Murakami ("Kafka en al orilla"), a Banana Yoshimoto ("Sueño profundo", "Kitchen").










Esta mañana a eso de las ocho mientras daba una vuelta en bici.



mayo 30, 2009

Ser la misma en otra parte lo cambia todo.

Me mancho las manos de grasa al meter la cadena a la bici y pedaleo temprano a desayunar churros. Es el único local pequeño que conozco en el que no se fuma. Me llevo para leer un libro que me regaló el otro día la representante de una editorial. Me hizo mucha ilusión porque a ese colegio no se acerca nadie ni cuando llamas. ¿Dónde está el inspector de la zona? ¿Y los representantes de los sindicatos? ¿Y la que trabaja para Mcmillan que prometió, tras tres llamadas, enviarme el material que me faltaba? Veinte niños no deben de ser suficiente para ella. Ahora, tenemos una pizarra digital que nadie nos ha enseñado a usar. Los cursos del CPR se hicieron en octubre, la pizarra nos tocó (fue un sorteo) en marzo.


Aparece F. y se sienta a mi lado después de darme los buenos días. La cafetería está vacía. Pide, abre el periódico y ya no volvemos a mirarnos hasta que me despido con un “Bye, F.” Levanta entonces la cabeza, me mira y dice “No me lo recuerdes”. El “no me lo recuerdes” nos remonta a cinco años atrás, una de sus hijas, un novio inglés y una boda. F quiso que le enseñara a hablar Inglés en siete días para entenderse con su suegro nacido en Escocia. Le pedí a mi padre para la ocasión que las copas de los padres de los novios estuvieran siempre llenas. Hice de traductora entre los dos. Me resultó muy difícil entender el acento del norte de Escocia, imposible el de F con copas de más. Me inventé casi el 100% de las dos horas en las que estuve sentada con ellos. Nos reímos mucho.


Cuando he terminado el chocolate, pedaleo hasta Correos donde hago cola hasta llegar al mostrador para que el empleado me gruña que es en la fila de al lado. Consta decir que el cartel que indica la diferencia entre las dos colas es imaginario.

Veo tus letras mayúsculas por primera vez. Espero encontrarme alguna minúscula dentro. Sonrío y obediente me busco en el cuento.

Desde el mismo banco del sábado pasado hablamos, por teléfono, claro. Siempre que cuelgo me duelen las manos de impotencia.


Veo una película y media. Hago comida de supervivencia y me voy a tomar café con P. Hace tres meses que no nos vemos, como si fuera ayer. Me encanta tenerlo como amigo.


Vuelvo al piso y me dedico a leer “Heurística de la comunicación. El aula feliz” por Amando López Valero y Eduardo Encabo Fernández. Cuando le doy unas cuantas vueltas a varias frases pienso en la programación y las unidades didácticas que tengo que terminar para las oposiciones. Me enfado pensando en qué momento me perdí y empecé a hacer cosas en las que no creía. Ha sido sencillo de responder: en el mismo momento en el que empecé a trabajar. A la pregunta que no consigo dar respuesta es a cómo aplicar eso que leo, con lo que tengo que presentar en el examen de oposición. Tiro por lo fácil: saco la guitarra y practico con la mano izquierda. La derecha hace tiempo que la di por perdida. ¿Hablamos? Sí, estás en la Fnac recien llegada de Cancún.


Conforme avanza la tarde voy cometiendo transgresiones dietéticas. Mañana mi hermano no encontrará en el armario ni las almendras ni las galletas de chocolate. En el frigo faltarán tres quintos y un plátano. En el congelador media tarrina de helado.

Cuando el cielo se nubla y está a punto de llover salgo con el balón de baloncesto. Salto la valla de los colegios y me dedico a lanzar a canasta mientras me empapo hasta los huesos. ¿Ya son las diez? Pues sí, son las diez y te faltan 19 días para entregar y saber defender eso que aún no has hecho.





mayo 26, 2009

A todo cochinillo le llega su San Martín.

Esta noticia me ha alegrado la mañana. Creo que estaré contenta una buena temporada si meten en la cárcel a ese montón de sirvengüenzas.

BSO

mayo 19, 2009

abril 25, 2009


Sí, pero ¿a qué parte de mi distribución del tiempo quitar esa hora de lectura diaria? ¿A los amigos? ¿A la tele? ¿A los desplazamientos? ¿A las veladas familiares? ¿A los deberes?
¿De dónde sacar tiempo para leer?
Grave problema.
Que no lo es.
Desde el momento en que se plantea el problema del tiempo para leer, es que no se tienen ganas. Pues, visto con detenimento, nadie tiene jamás tiempo para leer. Ni los pequeños ni los mayores. La vida es un obstáculo permanente para la lectura.
- ¿Leer? Ya me gustaría, pero el curro, los niños, la casa, no tengo tiempo...
- ¡Cómo le envidio que tenga tiempo para leer!
¿Y por qué ella, que trabaja, hace la compra, educa a los niños, conduce su coche, ama a tres hombres, visita al dentista, se muda la semana próxima, encuentra tiempo para leer, y ese casto rentista soltero, no?
El tiempo para leer siempre es tiempo robado. (Al igual que el tiempo para escribir, por otra parte, o el tiempo para amar.)
¿Robado a qué?
Digamos que al deber de vivir.
Ésta es, sin duda, la razón de que el metro - símbolo arraigado de dicho deber - resulte ser la mayor biblioteca del mundo.
El tiempo para leer, al igual que el tiempo para amar, dilata el tiempo de vivir.
Si tuviéramos que considerar el amor desde el punto de vista de nuestra distribución del tiempo, ¿qué arriesgaríamos? ¿Quién tienen tiempo de estar enamorado? ¿Se ha visto alguna vez, sin embargo, que un enamorado no encontrara tiempo para amar?
Yo jamás he tenido tiempo para leer, pero nada, jamás, ha podido impedirme que acabara una novela que amaba.
La lectura no depende de la organización del tiempo social, es, como el amor, una manera de ser.
El problema no está en saber si tengo tiempo de leer o no (tiempo que nadie, además, me dará), sino en si me regalo o no la dicha de ser lector.

Daniel Pennac. Como una novela.


abril 23, 2009



Para Ohne, para mi, para todo aquel que esté opositando.


abril 16, 2009

abril 07, 2009

abril 05, 2009



El cajón: “Limonada 15 Dólares el vaso”
Susie: 15 Dólares un vaso?!
Calvin: ¡Exacto! ¿Quieres uno?
Susie: ¿¡Como justificas los 15 dólares!?
Calvin: Oferta y demanda.
Susie: ¡¿Dónde esta la demanda?! ¡No veo ninguna demanda!
Calvin: ¡Hay mucha demanda!
Susie: ¿Ah, si?
Calvin: ¡Claro! ¡Cómo único accionista en esta empresa, demando beneficios monstruosos en mi inversión! / ¡Y como presidente y director general, demando un salario anual exorbitante! / ¡Y como único empleado, demando un buen sueldo y todo tipo de beneficios sociales! ¡Y además están la materia prima y los costes de producción!
Susie: ¡Pero si sólo has puesto un limón en un poco de agua sucia!
Calvin: ¡Bueno, he tenido que recortar gastos para poder seguir siendo competitivo!
Susie: ¿Y si me enfermo por beber eso?
Calvin: ¡"A riesgo del usuario" es nuestra línea maestra! Tendría que cobrar más si tuviéramos que cumplir las normas de salud y medio ambiente.
Susie: Estas loco. Me voy a casa a beber otra cosa.
Calvin: ¡Claro! ¡Déjame sin trabajo! ¡La gente anti-empresas como tú es la que arruina la economía!


Calvin: Necesito un subsidio.


abril 04, 2009

La cantante sideral.

Las personas estructuramos nuestros conocimientos sobre el mundo en esquemas más o menos rígidos que nos permiten hacer predicciones sobre lo que sucederá a continuación y de esta forma poder seguir “guiones”. Que podamos predecir acontecimientos, reacciones y conductas de los demás nos facilita enormemente la comunicación porque convierte un proceso complicado en algo ágil, por eso, todos funcionamos con esquemas. No necesito esperar la reacción de una persona a la que sonría: si está enfadada se calmará y si está calmada se sonreirá también. Acción-reacción y todo es más fácil. Sólo tenemos que reaccionar con velocidad ante lo inesperado y tratamos por todos los medios de que lo inesperado sea poco frecuente; así que nuestro mundo es algo predecible en la mayoría de los casos.


Sin embargo, no podemos evitar exponernos a situaciones comunicativas que se salen de lo habitual, reacciones poco predecibles de los demás o simplemente cosas nuevas. Entonces se produce en nosotros una especie de convulsión interior y comienza una rápida reacción en cadena: Percibimos la nueva situación (puede ser un simple comentario). A continuación, comparamos la nueva situación con lo que está contenido en nuestros esquemas. Si no lo podemos asimilar se produce un desequilibrio. Rápidos e inconscientes que somos nosotros, calibramos el alcance del desequilibrio: sino es muy grande simplemente lo toleramos con una ligera inquietud, como una especie de reacción (Profu, ¿sudor?) de alarma que no llega a alterar nuestra conducta. Si el desequilibrio es muy grande, nuestra mente simplemente se niega a admitir tal diferencia con nuestros esquemas y trata de defender ante la lógica y la evidencia a los esquemas del pasado que tan bien funcionaron antes: negamos la evidencia y tratamos de dar una explicación a lo ocurrido que sintonice con nuestros esquemas, aunque eso implique actuar de formas extrañas o ilógicas. Un ejemplo: El Síndrome de Estocolmo. Y es que, pequeña Lu, nuestro cerebro necesita poner orden y encontrar sentido a lo arbitrario. Es una trampa.


Es interesante comprobar cómo las conductas que realizan las personas para mantener intactas sus convicciones sin tener que cambiarlas en base a lo impredecible van radicalmente en contra muy frecuentemente al patrón normal de conducta de una persona que esté en su sano juicio: Mujeres violadas que piensan que se vistieron de manera provocativa, otras que paliza tras paliza siguen convencidas de las bondades de sus compañeros y de la recuperabilidad de su relación de pareja…o por qué no el esquema “si vale, cuesta dinero”.

Los casos de conductas extrañas, ilógicas y tortuosas para mantener el equilibrio son tan numerosos que todos los días, si observamos con atención, podemos detectarlos incluso en nosotros mismos.

Sin embargo, la mente humana parece ser consciente del riesgo que supone lo nuevo y de las reacciones que se pueden manifestar si nuestra visión del mundo es golpeada, así que tendemos a evitar lo sorprendente hasta el punto de que mucha gente ni siquiera acepta de buen grado cambios muy pequeños en su rutina de vida y se sienten nerviosos ante cualquier novedad. Admitámoslo: a la gente no le gustan los sobresaltos (Profu: puertas de colegios ajenos) y las situaciones que provocan esa no consonancia suelen bloquear la comunicación.

Los bloqueos de comunicación debidos a disonancia se producen cuando alguno de los dos interlocutores no dice o actúa como se supone que debería hacer. Las “originalidades” a la hora de interactuar con desconocidos son interpretadas por el interlocutor como una amenaza y la reacción consecuente suele ser la evitación, lo que implica cortar la comunicación.

Entonces, si queremos comunicar de manera eficiente, quien se dirija a nosotros esperará que ejecutemos un guión, un ritual determinado. Seguir un esquema tranquiliza al otro, mientras que ser “original” lo pondrá nervioso y le hará sentirse amenazado.

Por eso, normalmente pensaremos que lo que se conoce como disonancia cognitiva se debe evitar para mantener la comunicación, sobre todo con personas desconocidas (¿un tribunal de oposiciones?); sin embargo, la disonancia puede usarse en algunas ocasiones como un instrumento estupendo para provocar reacciones en el otro que convengan a mis propósitos.


Lo bueno de la disonancia como herramienta es que cuanto más firmes son las convicciones del otro y más rígidos sus esquemas, más fácil resulta provocarle desequilibrio y de esa forma conseguir de él conductas que jamás hubiera realizado de otra forma. Un ejemplo y ya termino:

Personas acostumbradas a la adulación de los demás y a que los otros ensalcen constantemente sus virtudes, tenderán a crear cierta clase de vínculos con personas que no les tratan demasiado bien, en el sentido de que las tratan con firmeza, sin adulación y poniendo de manifiesto sus fallos, errores y defectos personales (¿la camarera? ¿yo?). En definitiva: si quiero captar la atención sincera de una persona pedante, pagada de sí y evidentemente enamorada de sí misma, sólo tengo que comportarme justo como no se espera: siendo crítico y mordaz: en este caso la persona tratará de compensar el desequilibrio que le produzco atribuyéndome una manera de ser original, capaz e incluso brillante: “si me trata así, a mí que soy el mejor entre los mejores, si manifiesta esa valentía es que no tiene miedo de llamar a las cosas por su nombre, aunque conmigo esté totalmente equivocado. “Éste vale”.

abril 02, 2009

Ya hace un año de esto.

marzo 29, 2009

Anoche quedé en ir al piso de la Plaza Europa para ver una peli. Mi (inevitable) puntualidad y yo estábamos en la puerta diez minutos antes de lo acordado y como sabemos lo que eso desquicia a R, nos pusimos a darle vueltas a la plaza. Llovía. Ya sabes como son los murcianos con la lluvia, ni Dios por las calles y los pocos, corriendo (sin paraguas) y maldiciendo (o riendo). Me crucé con un trío. Uno de ellos le iba gritando a los otros dos que se apostaba lo que fuera a que Murcia era la ciudad donde los sábados por la noche, en proporción, era el día de la semana en el que había más probabilidades de que lloviera.
Vimos “El hombre elefante” por David Lynch. Me pareció larga y aburrida. Absurda la evolución del habla en el hombre elefante, aunque claro, con el acento british ando yo algo cruzada. Es de esas películas que sabes que si te metes a leer críticas, todas serán favorables. Que si tenía que haberse llevado ocho Oscar. Que si su visionado es obligatorio cuando se habla de clásicos del cine. Podría pensar en la fotografía tan estupenda. El mal rollo que transmite cierta melodía circense. La mezcla de teatro y realidad de los que actúan. En lo mucho que me recuerda a “La parada de los monstruos” y lo mucho que me gustó esta última. Pero no,. Bostezando por la película y algo tristona por la relación que tengo con R desde que te fuiste, me largué a mi casa sin abrir el paraguas.


Otro motivo que me despierta las ganas de mudarme de planeta: el parque de San Esteban. Cuando vuelvas, en el otro lado del Corte Inglés nuestros queridos gobernantes habrán abierto otro boquete para llenarlo de coches y plantar geranios rojos. En la manifestación, pocos (y siempre los mismos) que parecen darse cuenta de la mierda de aire que respiramos. Fotos movidas de regalo.














marzo 25, 2009


Los libros, los sueños, la memoria
El tigre está en la biblioteca
Susan Sontag
12 de junio de 1996

Querido Borges:
Dado que siempre colocaron a su literatura bajo el signo de la eternidad, no parece demasiado extraño dirigirle una carta. (Borges, son diez años.) Si alguna vez un contemporáneo parecía destinado a la inmortalidad literaria, ese era usted. Usted era en gran medida el producto de su tiempo, de su cultura y, sin embargo, sabía cómo trascender su tiempo, su cultura, de un modo que resulta bastante mágico. Esto tenía algo que ver con la apertura y la generosidad de su atención. Era el menos egocéntrico, el más transparente de los escritores... así como el más artístico. También tenía algo que ver con una pureza natural de espíritu. Aunque vivió entre nosotros durante un tiempo bastante prolongado, perfeccionó las prácticas de fastidio e indiferencia que también lo convirtieron en un experto viajero mental hacia otras eras. Tenía un sentido del tiempo diferente al de los demás. Las ideas comunes de pasado, presente y futuro parecían banales bajo su mirada. A usted le gustaba decir que cada momento del tiempo contiene el pasado y el futuro, citando (según recuerdo) al poeta Browning, que escribió algo así como "el presente es el instante en el cual el futuro se derrumba en el pasado". Eso, por supuesto, formaba parte de su modestia: su gusto por encontrar sus ideas en las ideas de otros escritores.
Esa modestia era parte de la seguridad de su presencia. Usted era un descubridor de nuevas alegrías. Un pesimismo tan profundo, tan sereno como el suyo no necesitaba ser indignante. Más bien, tenía que ser inventivo... y usted era, por sobre todo, inventivo. La serenidad y la trascendencia del ser que usted encontró son, para mí, ejemplares. Usted demostró de qué manera no es necesario ser infeliz, aunque uno pueda ser completamente perspicaz y esclarecido sobre lo terrible que es todo. En alguna parte usted dijo que un escritor –delicadamente agregó: todas las personas– debe pensar que cualquier cosa que le suceda es un recurso. (Estaba hablando de su ceguera.)
Usted fue un gran recurso para otros escritores. En 1982 –es decir, cuatro años antes de morir (Borges, son diez años)– dije en una entrevista: "Hoy no existe ningún otro escritor viviente que importe más a otros escritores que Borges. Muchos dirían que es el más grande escritor viviente... Muy pocos escritores de hoy no aprendieron de él o lo imitaron". Eso sigue siendo así. Todavía seguimos aprendiendo de usted. Todavía lo seguimos imitando. Usted le ofreció a la gente nuevas maneras de imaginar, al mismo tiempo que proclamaba, una y otra vez, nuestra deuda con el pasado, por sobre todo con la literatura. Usted dijo que le debemos a la literatura prácticamente todo lo que somos y lo que fuimos. Si los libros desaparecen, desaparecerá la historia y también los seres humanos. Estoy segura de que tiene razón. Los libros no son sólo la suma arbitraria de nuestros sueños y de nuestra memoria. También nos dan el modelo de la autotrascendencia. Algunos piensan que la lectura es sólo una manera de escapar: un escape del mundo diario "real" a uno imaginario, el mundo de los libros. Los libros son mucho más.
Lamento tener que decirle que la suerte del libro nunca estuvo en igual decadencia. Son cada vez más los que se zambullen en el gran proyecto contemporáneo de destruir las condiciones que hacen la lectura posible, de repudiar el libro y sus efectos. Ya no está uno tirado en la cama o sentado en un rincón tranquilo de una biblioteca, dando vuelta lentamente las páginas bajo la luz de una lámpara. Pronto, nos dicen, llamaremos en "pantallas-libros" cualquier "texto" a pedido, y se podrá cambiar su apariencia, formular preguntas, "interactuar" con ese texto. Cuando los libros se conviertan en "textos" con los que "interactuaremos" según los criterios de utilidad, la palabra escrita se habrá convertido simplemente en otro aspecto de nuestra realidad televisiva regida por la publicidad. Este es el glorioso futuro que se está creando –y que nos prometen– como algo más "democrático". Por supuesto, usted y yo sabemos, eso no significa nada menos que la muerte de la introspección... y del libro.
Por esos tiempos no habrá necesidad de una gran conflagración. Los bárbaros no tienen que quemar los libros. El tigre está en la biblioteca. Querido Borges, por favor entienda que no me da placer quejarme. Pero, ¿a quién podrían estar mejor dirigidas estas quejas sobre el destino de los libros –de la lectura en sí– que a usted? (Borges, son diez años.) Todo lo que quiero decir es que lo extrañamos. Yo lo extraño. Usted sigue marcando una diferencia. Estamos entrando en una era extraña, el siglo XXI. Pondrá a prueba el alma de maneras inéditas. Pero, le prometo, algunos de nosotros no vamos a abandonar la Gran Biblioteca. Y usted seguirá siendo nuestro modelo y nuestro héroe.