julio 31, 2010

Oncle Josephesen (II)

Querida sobrina,
te mando este producto a consumir fresco una vez después de haberlo abierto. Si no logras destaparlo, dímelo y te volveré a dar la lata. Si la lata está pasada de fecha, te daré una nueva. Todo menos permitir que te vayas con el estómago vacío entre las prácticas con salvajes tamaño bonsái, y las canciones argentinas de coro.
Ah , y si las latas como éstas no te calientan el estómago, dame la lata tú a mí y te la abono en metálico. Que últimamente el aire viene muy frío y no quiero que tu talento musical se congele: la historia de la música no me lo perdonaría.
Un fuerte abrazo
Oncle Josephesen

Querida C,
Esta carta te la dejo precocinada. Está escrita antes de la fecha en que te la mandaré. No sólo porque el aire se me ha adelantado esta vez. También porque el lunes por la mañana estaré en Madrid en la sesión de anatheoresis.
La anatheoresis es una de las formas de terapia. Una terapia regresiva. Pretender ser capaz de curar cualquier enfermedad, siempre que se llegue al origen de la misma. Y el origen está, según esta terapia, en que en algún momento entre nuestra gestación y nuestra pubertad -y las más veces en la vecindad del momento del nacimiento- hubo una emoción que no pudimos ni expresar ni comprender, y que quedó como un cuerpo extraño que, con el tiempo, ha ido descomponiendo el motor. Pienso -recordando la anécdota de un libro que he leído recientemente- ,en unas llaves que se nos caen del bolsillo mientras estamos subidos al carrusel de la feria, y que con el tiempo van limando el cable de la vagoneta hasta provocar un accidente fatal (la enfermedad psicosomática). Bueno, pues algo así. La terapia consiste en encontrar las llaves, sacarlas del sitio, y recomponer la cadena. O, utilizando otro símil, encontrar el borrón y aplicarle el Tipex. De modo que no es "borrón y cuenta nueva", sino "borrón, disolvente y cuenta nueva".
Llevo el tratamiento por la mitad, y todavía no puedo decirte si es o no efectivo. Estoy mejor que cuando lo empecé, pero es una pena que la anatheoresis, o mi terapeuta, la Pepa, no crea en la metempsicosis, que, como sabes, no es una postura del Kama -Sutra, sino la creencia en la existencia de vidas pasadas (la "transmigración de las almas", significa en griego), porque yo, harto de buscar las llaves debajo de la que fue mi cuna, estoy convencido de que se encuentran como sabiamente dice la canción, en el fondo del mar, es decir, en una vida anterior- (también estoy convencido de que la susodicha canción "Matarile-rile-rile" es el pseudónimo del capullazo que choricea las llaves); pero en ese estado hipnótico, en el que no se pierde la conciencia, no acabo de salir de esta vida en superficie.

No, no voy a caer en la frivolité de pensar que yo también he sido Napoleón Bonaparte y que todo me viene de la depre que me cogí por lo de Waterloo. Pero por qué no pensar que lo que me machacó mis bonaspartes y me las dejó hechas picadillo de albóndigas pudieron ser dos piedras de sílex en el paleolítico, cuando el fuego se encendía en cuclillas, sin mechero y con el riesgo de freír los huevos antes incluso de poner la lumbre: convendrás conmigo, querida sobrina, en que accidentes así atraviesan la barrera del tiempo y de la historia. O que en la Edad Media, en a que la violencia de sexo se hacía con la misma alevosía, pero con total impunidad, alguien que quería robarme el taleguill- un Zp, un Ibarretxe, un Llamazares o un Aznar cualquiera- me hincó la lanza, pongamos, pudorosamente, que en el costado, y me la dejó dentro doblada hasta tres vidas después. En fin, cualquier cosas con algo más de animación que estar dando vueltas y más vueltas alrededor de la misma cuna.

Pero estoy bastante mejor. A finales de noviembre, agotado, y con dolores por todo el cuerpo que iban aproximando mi semblante al de la Virgen de las Angustias, y, last but no least, con dudas mas que razonables sobre el sospechoso parecido en España y parte de Andorra entre el título de médico y las etiquetas de anís del mono, llegué a la brillante conclusión de que el único que podía hacer algo por mí era yo mismo, y sin fuerza ninguna, ni la menor idea de por dónde tirar, le pedí un crédito al Universo. Y el universo, que siempre responde -aunque a veces contesta en swahili- me lo dio.
Como cualquier banco, el Universo da créditos para poder construir una vida nueva. No cobra intereses. Pero nunca da más de la mitad. Te da o toda la información, y ninguna energía, o toda la energía, y ninguna información, o media energía y media información, a gusto del cliente. Yo esta vez escogí esta fórmula. La anatheroesis es parte de la información que me prestaron. La otro es un tipo de terapia natural que me alivió el cansancio casi de inmediato, devolviéndome la mitad de mi energía.
Pago al Universo mi crédito dando a mi prójimo- es decir, a alguien próximo a mí- la información que me ha servido, o compartiendo con ese alguien la energía que me rehabilita la sonrisa interior. Al ver esa sonrisa muy cerca, en tu rostro, en tu foto sobre el ordenata jubileta de Josse, supe que ese alguien eras tú.

Love from
Oncle Josephesen.

julio 29, 2010

Oncle Josephesen (I)

Hace cinco años mis padres me echaron de casa al leer un intercambio de e-mails con mi primera novia. Me pusieron contra la espada y la pared. Rompí el muro que había a mis espaldas y comencé a vivir mi vida. Dos personas fueron las únicas que no me dieron la espalda, una me mandaba dinero desde EEUU, la otra e-mails desde Alemania. Hoy, tirando papeles inútiles de mi primera oposición, me he encontrado con varios de esos e-mails.

Querida sobrina:

Aunque, siguiendo tu ejemplo, he decidido también adoptar la ortografía nórdica en mi onomástica, no, no quiero hacerme el sueco, y, a pesar del overbooking que tu correo registra esta temporada, (mi padre me escribía cada día que volviera y fuera a un psicólogo) te voy a escribir, de tiempo en vez, sin ninguna disciplina, sin cara de Cirineo, porque no es tu pena la que cargo, sino tu sonrisa interior la que me carga a mi, y así voy, como quien te acompaña durante un trecho del camino y luego se vuelve a eclipsar en el silencio, mimetizado en el bosque de la gente, dejando que descubras por ti lo que ya sabes, que subrayes en tu alma lo que es importante.

Hoy lo hago otra vez en lunes, por la mañana, como hace una semana, con el paisaje del otro lado de la ventana con la misma luz tristona de un invierno desarrapado, un invierno que no se ha estudiado la lección que le corresponde impartir, y que lo mismo te suelta una patochada de calor, que te examina con aire polar o te abronca con un tsunami; tembloroso de frío o de acojono, a punto no se sabe si de llover o de llorar, si de nevar o de no ver. Pero me gusta porque me permite descubrir un poco más el secreto de los surcos del tiempo.

Los surcos del tiempo. Cuando se ha llegado a esa situación que ahora llaman "fibromialgia", y que es básicamente un agotamiento, a causa de cualquiera de las formas persistentes del estrés, de los circuitos que parten del sistema nervioso, uno se convierte en alumno obligado de la asignatura -fascinante- que los hombres, acelerados como están, llaman despectivamente "la ley del mínimo esfuerzo". Los pececillos del mar, las aves migratorias, el gato doméstico, el cobaya salvaje, el pulpo en el garaje seguro que lo llaman "la ley de no resistencia".
Consiste, mi querida sobrina Baggesen, en los siguiente: en el mundo dual, que es el mundo de nuestro cuerpo, y de la parte material de nuestra mente, "toda acción" - según conoce la física de la materia- "provoca una reacción de la fuerza igual y opuesta". LLEVAR A CABO UN PROPÓSITO - P.EJ. DEJAR DE FUMAR, escribir todas las semanas una carta a tu sobrina, aprender sueco en tres semanas, etc - es sencillamente imposible en eses nivel físico, porque la energía del propósito genera un antipropósito que lo neutraliza y lo anula: verbi gratia, el día que has decidido dejar de fumar, tu novio/a te regala una pitillera dorada; cuando vas a escribir la carta, te das cuenta de que te has dejado el grifo del lavabo abierto y se te ha inundado el cuarto de baño; la lección de sueco... queda interrumpida por una actividad meteórica en la parte ejecutoria del tracto digestivo, resultado de la fermentación intestinal de las alubias de Tolosa de la noche anterior - fermentación que te saca de Estocolmo y te proyecta hacia Hiroshima y Pearl Harbur, etc, etc.
¿Te suena?
What to do? Isn't there a way out? Yes, but. Para alcanzar el propósito debemos de buscar por otro lado. Seguir las líneas de menor resistencia como hacen los peces que aprovechan el impulso de las corrientes, o las aves que no se van donde el viento las lleve, sino que aprovechan las oleadas de viento para impulsarse en la dirección que quieren llevar. No, no es ser caña movida por el viento, coño (ni viceversa, caña). es usar el viento energético a favor, es una forma de navegación -o de surfismo- que aplica esto, tan fácil de entender en el espacio, respecto al tiempo. Porque también el tiempo tiene sus surcos, sus momentos propicios para tal y para cual, sus flujos afincados por el viento de la costumbre, unas veces, y el del aliciente, otra veces, o el viento del entusiasmo, por aquí, o el viento de la sorpresa por allá, o el de la empatía o el de la compulsión, y a uno lo coges de cara, y al otro de cola, y a éste lo toreas de rodillas, y al otro lo cabalgas. Y así.

Pero el viento que me soplaba esta mañana a favor del propósito de escribirte, ya ha empezado a flojear y cambiar de dirección. Y tengo que dejarte, querida sobri, porque me empiza a dar el aire por otro lado.

With love,
Oncle Josephesen.

julio 26, 2010

Páginas Amarillas y las cristalerías de mi pueblo.

Tengo que cambiar la ventana del cuarto de baño. Me invade la pereza solo con pensar en contactar con alguna empresa a mitad de verano. Tecleo la dirección de Páginas Amarillas. Relleno los recuadritos. Salen diecinueve empresas. Empiezo a leer... Madrid, Alcorcón, Madrid... Retrocedo y reviso si he puesto bien la región y la localidad. Correcto. Enter. Pasadas las trece primeras aparecen las de mi pueblo. Seis empresas. Recuerdo que mi padre me dijo que pidiera presupuesto en tres.

Llamada nº 1

La dirección que aparece en la web está equivocada, no trabajan en mi pueblo.

Llamada nº 2

- ¿Si?
- ¿Estoy llamando a Crisper?
- Sí
- ¿ Qué necesita para hacerme presupuesto de una ventana de aluminio?
- Pues es que, ahora mismo, me pillas fuera de juego.
- ...
- Los muchachos que se encargan de esto están fuera, llama luego.

Llamada nº 3

No existe el teléfono. Lo compruebo y vuelvo a marcar. No existe.

Llamada nº4

- ¿Si?
- ¿Estoy llamando a R&hijos? (¿qué trabajo les costará decir el nombre de su empresa al descolgar?)
- Sí
- ¿Quería saber que necesita para hacerme un presupuesto de una ventana de alumnio?
- Nosotros sólo hacemos cristales.
- ¿Trabajan con alguna empresa que ponga la estructura de la ventana?
- Eso se lo tiene que preguntar a mi jefe.
- ¿Me pasa con su jefe?
- Ahora no está.

Llamada nº 5

Salta el contestador de la empresa. Podría dejar mi teléfono, pero sólo hablo con el contestador de Mármara.

Llamada nº6

Salta el contestador de la empresa para que llame a un 902.


Y aquí termina mi periplo para cambiar una ventana que sé que rondaba los 300€ y con la que tenía intención de empezar la renovación de todas la ventanas de mi casa, que según mis cálculos, me costaría unos los 5000€. Volveré a intentarlo en septiembre.

El que no tiene trabajo es porque no quiere.

*Hace dos años...


**Que dice mi santo padre que estoy atontá. Si quiero cambiar una ventana no tengo que llamar a un cristalero. Pues ya está :(

julio 10, 2010

El eufemismo utilizado por tu madre.

Madre de Prófuga: pachocha o perrecha.

Madre de Calvin: pepito o pepe.


¿Qué palabra usaba para referirse al negocio?

julio 09, 2010

Tres preguntas de las que no quiero oir las respuestas.

1 ) ¡¿Dónde está Rajoy?! (fantástico artículo de La Verdad donde dice del canalla estar sonriente y tranquilo al entrar a la rueda de prensa)

2) ¿Cómo puede ocupar tantos minutos de televisión un pulpo con dos cajas de metacrilato?

3) ¿ Tres de cada cuatro españoles creen que España apenas cuenta en las decisiones que se toman en Europa? pero ¿ qué coño sabemos realmente los ciudadanos de a pie sobre lo que se ha hecho estos seis meses en esa presidencia?


* Sí, mujeres, cada una lee lo que quiere.

julio 07, 2010

A 1058 km.

Coger un avión y alejarme del lugar donde vivo, donde trabajo, donde tomo cervezas con mis amistades, donde tengo a mi familia. Desde hace un tiempo, Coruña es mi refugio. Rodeada de mar y viento, con todas las puertas y las ventanas abiertas, como dice Prófuga, con lluvia o sin lluvia, adoro esta ciudad y lo que significa venir aquí.

Siempre que voy al mercado, la señora de los quesos y el membrillo me vende el triple de lo que quiero. La de las patatas y los grelos marca los precios como el Corte Inglés. Prófu dice que es mi acento, que los gallegos desconfían. Ay qué joderse, pienso, pero el enfado no llega a más. Ella me dice las cosas riéndose con esa vocecilla que tanto me sulibeya, como diría la Sra. Castafiore.
Esta ciudad gallega hace que mi montaña rusa particular se convierta en un bonito paseo en bicicleta sin cuestas ni gravilla.
De aquí a un año, cuando ande metida en el fregado de las opos intentaré recordar estos días de vacaciones, intentaré recordar lo bien que me sentía una tarde como la de hoy.