junio 08, 2009

De domingo por la tarde en lunes.

“Por profunda y fatal que sea la pérdida, por importante que sea lo que nos han arrancado de las manos, aunque nos hayamos convertido en alguien completamente distinto y sólo conservemos, de lo que antes éramos, una fina capa de piel, a pesar de todo, podemos continuar viviendo, así, en silencio. Podemos alargar la mano e ir tirando del hilo de los días que nos han destinado, ir dejándolos luego atrás. En forma de trabajo rutinario, el trabajo de todos los días…,haciendo, según cómo, una buena actuación. Al pensarlo, me sentí terriblemente vacío.”
(Murakami, Haruki: Sputnik, mi amor)

A quien le apetezca sumergirse en la atmósfera oriental, recomiendo, además de a Murakami ("Kafka en al orilla"), a Banana Yoshimoto ("Sueño profundo", "Kitchen").










Esta mañana a eso de las ocho mientras daba una vuelta en bici.



2 comentarios:

Mármara dijo...

No estoy para atmósferas orientales, esta temporada. Más bien para atmósferas pelín más optimistas que la que se respira en este fragmento que nos has puesto, que es demoledor, por cierto.
Me pregunto si el conejo de tu foto, tan pancho él, en medio de la carreterica, se hace semejantes plantemientos existenciales.
Como vengo del blog de aMinúscula, que también me ha dejado un deje de melancolía, creo que voy a grabar CSI para "disfrutarlo" de la que vuelva de dar mi paseo nocturno.

Calvin dijo...

Quizás sean demasiado espesos para este calor.
El conejo, como buen conejo murciano, iba buscando la sombra.