
Siempre que voy al mercado, la señora de los quesos y el membrillo me vende el triple de lo que quiero. La de las patatas y los grelos marca los precios como el Corte Inglés. Prófu dice que es mi acento, que los gallegos desconfían. Ay qué joderse, pienso, pero el enfado no llega a más. Ella me dice las cosas riéndose con esa vocecilla que tanto me sulibeya, como diría la Sra. Castafiore.
Esta ciudad gallega hace que mi montaña rusa particular se convierta en un bonito paseo en bicicleta sin cuestas ni gravilla.
De aquí a un año, cuando ande metida en el fregado de las opos intentaré recordar estos días de vacaciones, intentaré recordar lo bien que me sentía una tarde como la de hoy.
3 comentarios:
Buenas vacaciones y pr´osperas oposiones. ;)
A disfrutar, el norte en verano es lo maaasss. Las opos, ni un recuerdo hasta que te pongas a ello. Un abrazo.
Diosas! Has dicho opos y me ha dado un vuelco el estómago...! Ufff, descuida Calvin, cuando el curso que viene estés en esas yo personalmente me encargaré de recordarte estos momentos... y de apoyarte mucho, no sé como pero lo haré, verás.
Besos.
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