Yo entro, salgo. Vuelvo a entrar y vuelvo a salir. Voy al supermercado y mientras espero mi turno en los quesos mantengo tutorías con madres/padres con falta de psicólogos ...no quiero ni pensar lo que tiene que ser médico.
Para mi es mas chungo entrar a las once. Y es que si me veo a las nueve danzando por casa en pijama parece que estoy en mi año de opos, vamos que me lo creo... y luego veo que no, que la realidad es otra.
Una de las cosas que más me fascina del mundo mundial es lo de la tutoría en la pescadería, o en el parque, de la que salgo con este par. Ahora que ya lo he pensado, prefiero entrar pronto y salir a una hora decente. Será porque ahora, en este trabajiño tan entretenido que tengo, entro, salgo, vuelvo a entrar y hay días que cuando salgo ya no sé si entro o si salgo. Y cuando llego a casa, todavía contesto a los correos que me manda el profesorado preguntándome sobre las cuestiones más variopintas. Decididamente, me quedo con la turoría en el súper (en ese aspecto).
¿Veis? Ese problema no lo tengo yo, mi clientela para eso es muy respetuosa. Nunca te preguntan por sus expedientes por la calle, todo lo más te intentan vender ajos o bragas. Y lo mejor de todo, si te roban el radiocassete del coche hasta te lo pueden recuperar milagrosamente.
15 comentarios:
Si es una encuesta... creo que es peor entrar a las once. O simplemente entrar...
Pues, ahora que lo pienso, no sé qué te decir.
vidamía, es peor entrar a las 8'00 y luego volver a entrar a las 16'00.
o lo que es igual: casi no salir.
Lo que dice errante.
total! estoy con Errante
Estoy con E. también porque entro y no salgo.
Yo entro, salgo. Vuelvo a entrar y vuelvo a salir. Voy al supermercado y mientras espero mi turno en los quesos mantengo tutorías con madres/padres con falta de psicólogos ...no quiero ni pensar lo que tiene que ser médico.
Para mi es mas chungo entrar a las once. Y es que si me veo a las nueve danzando por casa en pijama parece que estoy en mi año de opos, vamos que me lo creo... y luego veo que no, que la realidad es otra.
Una de las cosas que más me fascina del mundo mundial es lo de la tutoría en la pescadería, o en el parque, de la que salgo con este par.
Ahora que ya lo he pensado, prefiero entrar pronto y salir a una hora decente. Será porque ahora, en este trabajiño tan entretenido que tengo, entro, salgo, vuelvo a entrar y hay días que cuando salgo ya no sé si entro o si salgo. Y cuando llego a casa, todavía contesto a los correos que me manda el profesorado preguntándome sobre las cuestiones más variopintas. Decididamente, me quedo con la turoría en el súper (en ese aspecto).
¿Veis? Ese problema no lo tengo yo, mi clientela para eso es muy respetuosa. Nunca te preguntan por sus expedientes por la calle, todo lo más te intentan vender ajos o bragas. Y lo mejor de todo, si te roban el radiocassete del coche hasta te lo pueden recuperar milagrosamente.
joder, pues a mí sí que me han preguntado por "sus" expedientes en la calle, aínsss los expedientes...
A mí en la calle sólo me sueltan un ¡Hola! que casi me hace caer de la bici. No me quejo de horario que me quedo en la ofi procastineando.
Marta: bienvenida. Ya tenía yo ganas de tener esa bici en mi blog.
Lo mejor es no entrar para no tener que salir...puestas a elegir.
jo, lo de las bragas me ha dejao ko
¿bragas?
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