marzo 22, 2009

Hoy en la parada de metro "patriotismo" (¡oh, México!) he empezado a sentir que piso un suelo al que pertenezco y no algo traicionero que se va a abrir y tragarme para divertirse. Ciudad Monstruo se abre desde el principio si aguantas la altura, si identificas los semáforos imaginarios, si comes como un guerrillero, si te puedes sostener en pie en el autobús sin puerta y sostener a la vez al bebé de la señora que después de diez ocasiones sabe que la angustia no ayuda, que se crece solo, que (casi) nadie va a dejar caer a un bebé al suelo sin intentar todo antes. En fin. Me imagino como una chica de Copenhague en el Sacromonte y me río bastante.


Me alegra saber que te has decidido ya a cazar bebés al aire. Yo por aquí sigo con esta batalla social impuesta...

5 comentarios:

Mármara dijo...

Una danbesa en Sacromonte...Me encanta la comparación.
¿Has leído "La Tesis de Nancy", de Ramón J Sender? Puede que sea una compañía agradable para los desplazamientos en los autobuses sin puertas.

prófuga dijo...

En qué episodio va a hablar de los burritos y los frijoles?

Calvin dijo...

A ver, Mármara... ¿qué haces dándole conversación?! :) Ya te veo haciéndote fan y olvidándote de mi!

Profu: creo que cuando dice comida de guerrilleros, la princesa europea se refiere a los frijoles...

errante dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mármara dijo...

Eh, eh, eh! No te me pongas celosuca que ya sabes que pa mí you're my first, my last, my everthing, Cañón.