Hoy en la parada de metro "patriotismo" (¡oh, México!) he empezado a sentir que piso un suelo al que pertenezco y no algo traicionero que se va a abrir y tragarme para divertirse. Ciudad Monstruo se abre desde el principio si aguantas la altura, si identificas los semáforos imaginarios, si comes como un guerrillero, si te puedes sostener en pie en el autobús sin puerta y sostener a la vez al bebé de la señora que después de diez ocasiones sabe que la angustia no ayuda, que se crece solo, que (casi) nadie va a dejar caer a un bebé al suelo sin intentar todo antes. En fin. Me imagino como una chica de Copenhague en el Sacromonte y me río bastante.
Me alegra saber que te has decidido ya a cazar bebés al aire. Yo por aquí sigo con esta batalla social impuesta...
Me alegra saber que te has decidido ya a cazar bebés al aire. Yo por aquí sigo con esta batalla social impuesta...
5 comentarios:
Una danbesa en Sacromonte...Me encanta la comparación.
¿Has leído "La Tesis de Nancy", de Ramón J Sender? Puede que sea una compañía agradable para los desplazamientos en los autobuses sin puertas.
En qué episodio va a hablar de los burritos y los frijoles?
A ver, Mármara... ¿qué haces dándole conversación?! :) Ya te veo haciéndote fan y olvidándote de mi!
Profu: creo que cuando dice comida de guerrilleros, la princesa europea se refiere a los frijoles...
Eh, eh, eh! No te me pongas celosuca que ya sabes que pa mí you're my first, my last, my everthing, Cañón.
Publicar un comentario