enero 17, 2011

Ser fiel a una misma es difícil.

No sé cómo lo hago, pero cada paso que doy en mi vida es una contradicción con mi palabra. Vamos, una mierda. Desde que tengo uso de razón me quejo del consumo de tabaco en locales cerrados. Apenas si pisaba los bares, y si me iba un poco de madre, a mitad de la juerga tenía que quitarme las lentillas y colocarme las gafas y luego, fuera en el estado que fuera, me metía en la ducha y hasta el pelo me secaba antes de morir en la cama.
El caso es, que hace tiempo, di con un bar muy apañao. Muchos tipos de cerveza, infusiones en tetera grande, comida a cualquier hora, música de calidad y a un volumen razonable, y los precios incluso por debajo de la media. El día que entró en vigor la ley fuimos a celebrarlo. Hoy he vuelto con otra colega. En la entrada, casi obstruyendo el paso un cartel que decía: sociedad gastronómica, sólo socios. Nos acercamos a la barra y el dueño nos cuenta. Bien, esto va así, mis ventas han bajado un 60% y la ley tiene un hueco por donde nos vamos a escapar. Puedes hacerte socia eventual, rellenas una ficha con tus datos personales y puedes venir a consumir cuando quieres al precio de siempre, o puedes hacerte socia-socia (no recuerdo el nombre exacto) y pagas una cuota mensual de cinco euros que te da derecho a comer gratis una o dos veces al mes en las fiestas que hagamos en plan "día del mejillón" "muerte al cochinillo" y así. Puedes permutar de un estado a otro cada mes. En este punto yo empezaba a oler extraño, pero miraba el grifo de Bock Damn y me decía, no puede ser verdad, el único bar que te gusta de este pueblucho y se ha convertido en una guarida de fumadores.... Total, sin perder de vista el grifo y con mi colega mirándome con los ojos como platos, he rellenado mi ficha de socia-socia. Nos sentamos. Mi amiga abre la boca y no emite sonido alguno. Cuando llevaba su pinta a la mitad me dice, Calvin, de verdad, estás muy mal, déjate ya la mierda de oposiciones y libérate. Pero bueno, digo yo, tiene sentido, en proporción incluso me sigue saliendo más barato pagar cinco pavos al mes que pagar esta cerveza en otro bar en el que encima tengo que aguantar a Melendi.No, no, el 12 de febrero yo como cochinillo, este bar no puede cerrar, no, no.

3 comentarios:

Justine dijo...

Bueno, el bar te gusta, la cuota es barata y encontrar un sitio donde no pongan Melendi es un logro así que me parece muy consecuente que quieras que no lo cierren.
Un saludo

Amor dijo...

Pues yo creo que has hecho bien. Por dios, "día del mejillón" quién se resiste a eso por 5 euros??

dintel dijo...

Jajajajajajajajaja.

Antes no me molestaba el humo, pero ahora, en plena vejez me molesta un montón, y ya no podía ir a los bares a escribir, ahora puedo volver, y en concreto a uno que me encanta. Yo he salido ganando.