Cuando la conocí me dijo que se setía sola. Entregada yo, me fui a vivir con ella. Pronto descubrí su alta tolerancia a la pelusa. La dejé el día que la sorprendí en su cuarto jugando al poker con tres de ellas.
La otra noche un amigo en común me informó sobre su nueva adquisición: una casa con habitaciones poliédricas.
La otra noche un amigo en común me informó sobre su nueva adquisición: una casa con habitaciones poliédricas.
9 comentarios:
¿¿??
María: dígame usted.
¿ALguna pregunta?
Que... ¡no me he ententido nada! ¿Qué son habitaciones poliédricas? ¿Para qué sirven? ¿Son útiles?
¿para que las pelusas no se "acomoden"?
¿ Te molestaba la pelusa? ¿ No ser una de ella o te sentiste pelusa? dudas que me sugieron...
Pelusas, polvos, empiezan por p. El post me ha estimulado imaginarme una historia de cuernos y de engaños. Mira que soy mal pensá. Un abrazo.
María y cia: nada de cuernos, pelusas reales. En cuanto a lo del poker, pues el puntillo cómico.
Y creo que es justo lo contrario que piensa Alson, las pelusas se van a acomodar muy bien a su nueva casa. Tendrán ellas muchas esquinitas y recovecos donde estacionar hasta que la siguiente corriente de aire las lleve a otras esquinas.
Mira que tienes amigos raros. Amueblar una habitación poliédrica debe ser complicado.
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