agosto 22, 2010

En el muro.

Termina el verano y mi madre tiene una nueva araña pegada en la ventana de la cocina. Me pregunto si terminará como la anterior.

He cruzado seis veces España. Mi tío dice que sólo me falta hacerlo a caballo.

Me viene a la cabeza el capricho de más de tres mil euros. El sueldo de media jornada para este curso y la idea de que Suzuki se anime a hacerla de dos y medio para meterla por algo más que secundarias, me hace mantener mi cuenta en positivos antes de cobrar el primer sueldo del nuevo año escolar.

Encontré una nueva disciplina en la que espero formarme los próximos años. Coincidí con gente con la que me gustaría no perder el contacto. Ninguno tenemos facebook.

Sigo sin recuperar mi afición por la lectura de novelas. La pereza me tiene invadida. Me falta constancia en las cosas que sé que me sientan bien y me excedo en las que me hacen mal. Al menos, sólo me he saltado la recomendación de no atiborrarme a café en unas pocas ocasiones. El que he bebido en Berlín no cuenta. El sustantivo Coca Cola ya no sale de mi boca delante de los camareros.

Una vez más, me ha encantado el trato con los alemanes. Mirar a los ojos a una persona cuando le hablas y tratarla con respeto es su marca de fábrica. Amsterdam es el paraíso de las bicicletas, Berlín, una ciudad donde cabe todo. Quien no lo haya visitado aún, que lo haga cuanto antes. Los coches están invadiéndolo todo. Los edificios del lado este están desapareciendo.

En los años de oposición se quintuplican mis miedos. Ya he hecho sitio en las estanterías para acumular material de estudio. Tiendo a la severidad facial, a la transgresión dietética. Tengo que bajar de sesenta y dos a cincuenta y ocho.

Después de ocho años vuelvo al conservatorio, esta vez con canto lírico. Ya le he advertido a la profe que yo ya no tengo edad para audiciones de fin de trimestre. Lo cierto es que muero de ganas de volver a subirme a un escenario.

2 comentarios:

Victoria Dubrovnik dijo...

Cuando hagas un concierto avisa!

Y asi se hace! A retomar las buenas costumbres, las que nos hacen bien, las que hacen que la vida sea más suave... Adelante con ellas! :)

Calvin dijo...

Victoria Dubrovnik: de los primeros no colgaré ni los audios,jijij, pues lo siguiente que me pedirías es ver mi corral.

¡Muchas gracias por los ánimos!